Hoy tengo la necesidad, de escribir, de compartir lo que desde hace unos días viene rondando por mi mente, por mi corazón. Me atrevo escribir en este blog de una forma muy personal haciendo una acción de gracias por el quinto aniversario de mi primera profesión, que celebraba el sábado 27.
Celebrar junto con mi comunidad el sí de cada día.
Dar gracias a Dios porque un día se fijó en mí, me sedujo y yo me dejen seducir.
El sábado abrí mi correo y el primero que me encontré fue un
mensaje de un hermano y amigo muy especial. En ese mensaje me encontré con una pregunta que hice a otro hermano y amigo especial, que decía: “¿Vendrás a mi profesión? No quiero hacer
planes de futuro.” Esta pregunta junto
con su respuesta me lleva una vez más a recordar que tenemos que vivir el día a día como el único, como el más importante. Como si fuera el último. Debemos
disfrutar de cada momento vivido, como regalo de Dios sintiendo su presencia fuerte y única en todo, hasta en lo más insignificante, en lo que pasa desapercibido, en lo que no se ve, pero está
ahí.
No solamente un día en el que dar las gracias por mí aniversario sino que todos debemos dar gracias a Dios por el regalo de la vocación, de la Vida en que El nos invita cada día a dar un nuevo SI, dar gracias por un nuevo día que vuelve a brillar para nosotros.
El ayer se fue, pasó, queda en el recuerdo. Un recuerdo al que no debemos aferrarnos, pero del que nos tiene que ayudar a seguir caminando a reforzar nuestra alegría y esperanza. A madurar en la fe, en la vida.
El mañana ya vendrá, no hacer planes de
futuro, pues seguido de la respuesta de mi amigo me decía: “mañana Dios dirá”.
Dejemos que Dios vaya haciendo en nosotros cada día, sin adelantar nada, vivir el momento.
Es el hoy de Jesús que tenemos que vivir, El hoy que Dios nos regala. Por eso hoy, ayer, el sábado, daba gracias por mis cinco años de entrega, de oración, de silencio, de contemplación, de predicación, de vida comunitaria. Cinco años con un sí a Dios por su llamada por seguir encontrándome cada día con Él, en cada momento, en cada persona, en cada Eucaristía. Y mañana seguiré dándole Gracias.
Es un si que me hace pensar muchos momentos vividos en estos cinco años, agradecer que puso su mirada en mi, que pronunció mi nombre en una llamada de amor y por amor.
Un gracias por esa invitación de amar a Dios y desde Él amar a los hombres.
Un aniversario de profesión de fe, entrega, de amor, de comunión, de gracia.
Pensaba que era yo quien buscaba Dios y en realidad era Él quien me buscó y me encontró. Quien caminó y me acompañó durante toda la historia de mi vida, aun sin verlo, sin sentirlo, si reconocerle, pero El se hacía vivo y presente en cada momento y en cada persona que pasaba a mi lado.
Durante todo el día no dejaba de pensar en que Dios sigue
buscando, desea seguir encontrándose con jóvenes que le digan SI. Pero quizá el miedo, la sociedad, el compromiso… ¡qué sé yo ¡ Quizá muchos jóvenes quieren escuchar esa Voz, que suena en su
interior pero el miedo les paraliza, buscan ruidos que no les dejen escuchar con claridad lo que Dios les está pidiendo. Por eso hoy quiero recordar y compartir algunas palabras de la homilía que
el día de mi
PROFESION se predicaron: “No tengas miedo; camina siempre detrás de Jesús, aunque no entiendas, aunque el
camino se vuelva difícil y empinado: ése es el camino que te ayudará a crecer de verdad, el que te conducirá a las mejores praderas. Quisiera fijarme en la imagen de la vara. Es el apoyo del
pastor para caminar y la que le sirve para
guiar y contar a las ovejas. En tu vida llegará, como ya ha llegado en otras ocasiones, la oscuridad. La oscuridad nos da miedo, no vemos y esto nos pone intranquilos. El salmo te recuerda que
tampoco en esos momentos hay que temer. También en la oscuridad es posible hacer el camino con el Señor. El rumor de su vara nos habla de su presencia a nuestro lado. Sólo hace falta silencio
para poder escucharla.
Desde estas palabras me gustaría hacer una invitación a que haya jóvenes que se atrevan a decir SI. Un Si sin miedo, porque Dios no nos abandona nunca.
Traigo al recuerdo, que hace tiempo nos escribió una muchacha, deseando conocernos, se cuestionaba, si Dios la llamaba a la vida contemplativa, respondimos a su petición, abriéndole nuestro corazón y nuestras puertas, pero solo quedó silencio, no hubo más respuesta. ¿Quizá el correo no llegó? ¿Qué pasó? ¿Tuvo miedo? o ¿quizá se cruzo cualquier otra cosa que le hizo perder el interés de conocernos? Quién sabe, solo Dios y ella…
¿Por qué tenemos miedo? El Papa Francisco en estos días de la JMJ nos ha dicho: ¡No tengan miedo, cuando vamos a anunciar a Cristo, es él mismo el que va por delante y nos guía!
Dejemos el miedo atrás y sigamos hacia delante, celebrando la alegría del encuentro con Cristo.
Cada día hay algo nuevo que celebrar, cada dio hay algo nuevo que vivir, cada día hay algo nuevo que compartir.
Cinco,veinticinco, cincuenta años de profesión, de entrega
diaria,
de alegrías y también de tristezas, de muchos momentos buenos, y no tan buenos, peor vividos con esperanza , con ilusión , siempre abiertas a la voluntad de
Dios.
Y ahora seguimos celebrando, comenzando las novenas a Nuestro Padre Santo Domingo, alque nos encomendamos, al que le pedimos por tantos jóvenes que tiene inquietud, que él sea Luz en su camino para dar un SI SIN MIEDO.Y sepan seguir el CAMINO de la VERDAD que les llevará a la VIDA.
Y para terminar aunque sea un poco largo quiero compartir la letra de una canción que alguien muy cercano, muy querido escribió, para ese día tan especial:
YO QUIERO DAR LAS GRACIAS
Yo quiero dar las gracias, por lo que he conocido,
Por saber que El viven mi, en lo más profundo de mi ser.
Lo siento en mi interior, no sé cómo explicarlo, no sé bien cómo amarlo.
Sé que yo sentí temor, y no vi el camino hacia el. Hasta que él me llamo, y desperté.
Quisiera llorar, quisiera gritar. Desde el corazón entregarme a Él.
Jamás pensé llegar aquí y empezar a vivir.
Jesús, tú eres mi CAMINO, mi VERDAD, mi VIDA.
Con mi fe conseguiré romper cadenas de indecisión.
Sobre el mar andar. Tus luces sembrar.
Jamás
pensé llegar aquí y empezar a vivir.
Si, Tú me has dicho que me quieres,
Y yo he correspondido, a tu amor y a tu misión.
Debo decir con todo el ser, que si te seguiré con ilusión.
Gracias te doy, gracias Señor.
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Replicas de relojes (sábado, 19 abril 2014 08:14)
Y una vez más un cáncer nos arranca una vida de la Tierra, pero no nos la quita, esta enfermedad solo nos la ha acercado al cielo, al mismo corazón de Dios.