¿Y A TI QUÉ O QUIEN TE HACE FELIZ?

¿Y a ti que o quien te hace feliz?

Muchas fueron las respuestas que mi mente se inventó, pero que dejaban vacio e intranquilo mi corazón. Pasé bastante tiempo alejando de mi el latido de mi corazón a una vida entregada a los demás. Ese pensamiento me abordaba en cualquier momento, sin querer, Dios se hacía presente en mi día a día y podía sentir lo de San Agustín “Me llamaste y clamaste, y quebrantaste mi sordera; brillaste y resplandeciste, y curaste mi ceguera; exhalaste tu perfume, y lo aspiré y ahora te anhelo; guste de ti, y ahora siento y hambre y sed de ti; me tocaste, y desee con ansia la paz que procede de ti.” (Confesiones)

Hace ochos años que respondí a esa pregunta en mi corazón, en mi mente y en mi vida. Lo que amaba me correspondía, lo que soñaba se hacía, se hace vida. Porque vivir para Dios no es otra cosa que llevar los sueños a la vida, a lo real, a lo palpable. Por eso hoy con más fuerza, con más firmeza, con más realidad, pero con la misma ilusión de los momentos vividos quiero responder a esta pregunta, que por cierto el tenerla presente te ayuda a mantener el norte y los pies en la tierra para seguir adelante.

A mi quien me hace feliz es Dios; Dios en su Hijo Jesús, con la fuerza y la alegría de su Espíritu. Un Dios que tiene rostro de Niño; manos y brazos de Padre; corazón, ternura y bondad de Madre; abrazos y presencia de Amigo; caricias y pasión de Enamorado; poder y providencia de Creador, misericordia y compasión de Salvador.

Este Dios es el que llena mi vida, el que le da sentido, el que me enseña a vivir la soledad para aprender a amar, el Dios que rompe esclavitudes para vivir en libertad, el Dios que en el silencio, en la oración te susurra su mensaje, acaricia y sana tu corazón malherido. El Dios que nos hace hermanos llevándonos a compartir cuanto somos y tenemos de dones y miserias.

Por eso agradecer la bendición de la vocación, a la vez que ruego por el don de la perseverancia para que toda vida consagrada pueda alabar a mi Dios y Señor.

                                                                                  Sor Rocío de la Inmaculada OP